El arquitecto Mitchell Joachim en colaboración con Lara Greden y Javier Arbona, sus compañeros del departamento de arquitectura del Instituto Tecnológico de Massachusetts [MIT], han diseñado una casa árbol viva que crece a medida que lo hace el árbol.
Con el método de trenzado de ramas los árboles y arbustos se entrelazan y forman estructuras firmes para luego ser complementados con otras plantas crecederas. Lógicamente la base estructural la forman los troncos, y las ramas, según crecen, se van convirtiendo en las paredes y el tejado. Para aislar la casa, se aplica un compuesto a base de arcilla y paja, con un acabado más fino con yeso que le resguarde también de los parásitos.
Los olmos y robles son los más apropiados, pero se aconseja el uso de árboles autóctonos con el fin de que se integren mejor en el entorno. Los árboles base traidos de los viveros, se plantan en los lugares apropiados según el diseño, junto con el resto de plantas que formarán la estructura. Se vigila su crecimiento y se lleva a cabo durante el mismo los procedimientos de trenzado y curvaturas. El periodo de tiempo de la formación de la casa va desde unos 5 años [en el trópico] a unos 20 [Mosú], según los cálculos de los especialistas.
La vivienda tiene tres dormitorios, baño, sala de estar y cocina en la fachada sur, bastante soleada mediante ventanas de plástico elaborado a base de soja, que se adapta muy bien al crecimiento de la casa [primero tendrá forma de burbuja y con el tiempo se hará más plano].
Todos los materiales utilizados para este -árbol fabuloso- son de un bajo impacto medio ambiental: -no sólo causa un daño cero al entorno, sino que resulta completamente saludable», asegura Joachim, cuyo sueño, ahora, es diseñar una comunidad entera basada en casas vivas y crecederas.
El objetivo de esta vivienda es ser autosuficiente sin emplear ningún sistema que no sea natural. Así lo logra:
***La Calefacción.
El calor se obtiene mediante la energía procedente del sol. En invierno, unos grandes ventanales orientados hacia el sur absorben el calor para distribuirlo por toda la vivienda. Si éste es excesivo, unas ventanas situadas en la zona más umbría de la planta baja proporcionan, al abrirse, aire fresco que puede emplearse para ventilar la vivienda.
***El Agua.
Para conseguirla, una oquedad en lo alto del tejado sirve como aljibe. El líquido se traslada por la fuerza de la gravedad por toda la casa. Con el fin de que sea apta para el consumo, pasa antes por un jardín y por un estanque en el que conviven bacterias, peces y plantas que extraen los residuos orgánicos del líquido y lo purifican.
***Los desechos.
Un sistema de compostaje recicla los desperdicios humanos. Éstos, junto con una parte del agua de lluvia, se emplean para hidratar y proporcionar abono natural a las plantas y al árbol, que exhalan vapor de agua y refrescan de forma natural las estancias.
La electricidad está previsto se consiga mediante placas solares convencionales, que servirá a los electrodomésticos típicos de cualquier vivienda.
Con el método de trenzado de ramas los árboles y arbustos se entrelazan y forman estructuras firmes para luego ser complementados con otras plantas crecederas. Lógicamente la base estructural la forman los troncos, y las ramas, según crecen, se van convirtiendo en las paredes y el tejado. Para aislar la casa, se aplica un compuesto a base de arcilla y paja, con un acabado más fino con yeso que le resguarde también de los parásitos.
Los olmos y robles son los más apropiados, pero se aconseja el uso de árboles autóctonos con el fin de que se integren mejor en el entorno. Los árboles base traidos de los viveros, se plantan en los lugares apropiados según el diseño, junto con el resto de plantas que formarán la estructura. Se vigila su crecimiento y se lleva a cabo durante el mismo los procedimientos de trenzado y curvaturas. El periodo de tiempo de la formación de la casa va desde unos 5 años [en el trópico] a unos 20 [Mosú], según los cálculos de los especialistas.
La vivienda tiene tres dormitorios, baño, sala de estar y cocina en la fachada sur, bastante soleada mediante ventanas de plástico elaborado a base de soja, que se adapta muy bien al crecimiento de la casa [primero tendrá forma de burbuja y con el tiempo se hará más plano].
Todos los materiales utilizados para este -árbol fabuloso- son de un bajo impacto medio ambiental: -no sólo causa un daño cero al entorno, sino que resulta completamente saludable», asegura Joachim, cuyo sueño, ahora, es diseñar una comunidad entera basada en casas vivas y crecederas.
El objetivo de esta vivienda es ser autosuficiente sin emplear ningún sistema que no sea natural. Así lo logra:
***La Calefacción.
El calor se obtiene mediante la energía procedente del sol. En invierno, unos grandes ventanales orientados hacia el sur absorben el calor para distribuirlo por toda la vivienda. Si éste es excesivo, unas ventanas situadas en la zona más umbría de la planta baja proporcionan, al abrirse, aire fresco que puede emplearse para ventilar la vivienda.
***El Agua.
Para conseguirla, una oquedad en lo alto del tejado sirve como aljibe. El líquido se traslada por la fuerza de la gravedad por toda la casa. Con el fin de que sea apta para el consumo, pasa antes por un jardín y por un estanque en el que conviven bacterias, peces y plantas que extraen los residuos orgánicos del líquido y lo purifican.
***Los desechos.
Un sistema de compostaje recicla los desperdicios humanos. Éstos, junto con una parte del agua de lluvia, se emplean para hidratar y proporcionar abono natural a las plantas y al árbol, que exhalan vapor de agua y refrescan de forma natural las estancias.
La electricidad está previsto se consiga mediante placas solares convencionales, que servirá a los electrodomésticos típicos de cualquier vivienda.
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